Si hace unos años David Duchovny no nos hubiera regalado un personaje tan maravilloso como Hank Moody, él mismo hubiera terminado “protagonizando” su propio post en este humilde blog. Pero contra todo pronóstico y cuando nadie apostaba porque alguna vez consiguiera alejarse del celebérrimo Fox Mulder, consiguió sacarse de la manga este papel de un escritor inmaduro y adicto al desenfreno que pierde la inspiración tras considerarse incapaz de estar a la altura de la novela que lo encumbró: “Dios nos odia a todos”.