10 de abril de 1970. Paul McCartney confirma en una multitudinaria rueda de prensa lo que desde hacía meses era una realidad: los Beatles se separaban. Desde ese mismo momento se ha intentado diseccionar casi quirúrgicamente las razones que motivaron el fin de el grupo más importante de la historia de la música. Muchas de ellas han sido palos de ciego en esa rumorología mitómana que siempre acompañó a los cuatro de Liverpool, pero lo que es innegable es que dentro de ese progresivo desgaste estuvo el ninguneo creativo al que se vio sometido George Harrison por parte de los líderes mediáticos de la banda, Lennon y McCartney.
Después de que en el año 66 decidieran dejar de salir de gira, cada uno de ellos empezó a perseguir cierta autonomía musical, y aunque aún había un deseo de colaborar juntos, sus diferentes influencias y maneras de entender la música terminó por parcelar esa finca llamada The Beatles.
En esos convulsos últimos años, George Harrison experimentó un crecimiento a nivel artístico que no siempre vio reconocido como a él le hubiera gustado, es por ello que cuando llegó esa "crónica de una muerte anunciada" de los Fab Four, contaba con un prolífico catálogo compositivo que desembocó en el excelente “All things must pass”.
Publicado en noviembre de 1970, fue el primer álbum triple realizado por un artista hasta ese momento, y en su primera edición se componía por dos vinilos de canciones originales, más un tercero llamado “apple jam” que consistía en sesiones de improvisación en su estudio de grabación junto a otros artistas amigos.
Realmente este disco cogió desprevenida a la mayor parte de la crítica musical mundial, la cual no esperaba que el primer gran álbum de la época post-beatle viniera firmado por Harrison. Ya desde ese momento fue recibido como una obra maestra y actualmente “All things must pass” es considerado como uno de los mejores álbumes publicados por un beatle en su carrera en solitario.
El single principal fue "My Sweet Lord", que se convirtió al instante en un gran éxito, alcanzando el primer puesto de las listas de éxitos a nivel mundial. El álbum pasó siete semanas en el número uno de las listas estadounidenses, siendo acreditado como séxtuple álbum de platino. A la postre, Harrison no volvió a reeditar este éxito en posteriores discos, y lo que todos auguraban como una triunfal futura carrera en solitario se quedó en grabaciones que no supieron conectar ni con la crítica ni con el público. La losa beatle terminó siendo demasiado pesada pará él.
De cualquier modo, y a pesar de los pesares, siempre nos quedará este “All things must pass” para deleitarnos con el que fue uno de los grandes de la música moderna del siglo pasado.
Fuente: Wikipedia.