domingo, 2 de agosto de 2015

George Lazenby: Bond, James Bond


Después de cinco exitosas películas bajo el rol de un ya popular James Bond, llega el año 1967 y Sean Connery decide renunciar al papel que le ha dado fama mundial para ampliar sus horizontes interpretativos.

A la hora de buscar sustitutos, no sólo la losa del agente secreto es muy pesada, sino la del propio actor escocés. Muchos de los candidatos de la lista A (Timothy Dalton, Roger Moore o Jeremy Brett) que manejan los productores deciden declinar la oferta argumentando problemas de agenda, aunque en el fondo siempre subyacía un temor ante la comparación con Connery.

Finalmente, George Lazenby, un modelo australiano muy reputado fue el elegido tras un encuentro casual en una peluquería con el productor de la saga, Albert R. Broccoli. Fue su primer papel importante en la gran pantalla, y oficialmente su segunda película, hecho que se tradujo en una interpretación nefasta para muchos, y que impidió el poder repetir su papel de 007 en posteriores entregas.

George Robert Lazenby nació en Queanbeyan (Nueva Gales del Sur, Australia) en septiembre del año 1939. Tras un historial poco destacable como estudiante, y simultanear trabajos de poca monta durante esa juventud, terminó como instructor de esquí, llegando a competir de un modo semiprofesional.

Al poco tiempo, se incorporó al ejercito sirviendo en el grupo de operaciones especiales del ejercito australiano. De esta manera se convirtió en un auténtico especialista en el combate cuerpo a cuerpo, hecho que le ayudaría notablemente a la hora de encarnar a Bond y su posterior carrera en Hong Kong.

Una vez abandonada la disciplina castrense, se traslada en 1964 a Londres y consigue un trabajo como modelo. En tan sólo cuatro años se convierte en el mejor pagado del mundo, y llega a protagonizar campañas tan icónicas como las de Marlboro.

En 1969, y tras un “fortuito” casting en una peluquería londinense se hace con el papel de 007 para la película “Al servicio secreto de su majestad”. Lejos de lo que muchos piensan, se convierte en todo un éxito de recaudación siendo la segunda más taquillera de ese año.

Sin embargo, y pese a haber firmado un contrato para siete películas más, se rescinde dicho compromiso tanto por las dudas de George Lazenby a la hora de interpretar un personaje de moral tan arcaica en aquellos liberales años 70, como por las de los productores tras el escaso convencimiento que su trabajo había despertado en la crítica.

Para el siguiente film, Sean Connery retomaría su papel como James Bond, y George Lazenby se pasaría al género de las artes marciales, participando en tres películas junto a Bruce Lee. Su incursión en el cine de Hong Kong no tuvo la repercusión que él esperaba, y su carrera cinematográfica se fue diluyendo rápidamente hasta terminar (de)cayendo en otra “popular” franquicia: “Emmanuelle”.

Pese a todo, el australiano demostró tener mano en los negocios y consiguió convertirse en un próspero empresario inmobiliario, factor determinante para que en la actualidad su interpretación como 007 sea un bonito recuerdo dentro de su acomodada vida de mansiones, yates y como no, con un Aston Martin.


Fuente: Wikipedia.