Mañana del 8 de diciembre de 1980. Mark David Chapman después de abandonar su habitación en el Hotel Sheraton, compra en una librería cercana un ejemplar de “El guardián entre el centeno”. En una de sus hojas escribe “Esta es mi declaración” y lo firma bajo el nombre de Holden Caulfield, protagonista de dicha novela. Horas más tarde asesina a balazos a John Lennon cuando salía de su apartamento en el edificio Dakota.
Probablemente J.D. Salinger cuando escribió “El guardián entre el centeno” jamás pensaría que iba a convertirse en la obra de referencia de “ilustres” psicópatas de la historia de los EE.UU., aunque dada la personalidad del escritor es fácil intuir que este extremo no le habría importado ni lo más mínimo.
Lo que sí es un hecho es que años después de haber alcanzado fama y notoriedad con su inmortal escrito, decidió voluntariamente retirarse de la vida pública y convertirse en una suerte de ermitaño para, salvo alguna colección de relatos cortos, no volver a publicar jamás.
Jerome David Salinger nació en Nueva York el 1 de enero de 1919. Hijo de un comerciante judio y una irlandesa católica, pasó su infancia junto a su hermana mayor Doris hasta que tras ser expulsado por reiterados suspensos en su escuela, fue internado en una academia militar de Pensilvania.
Estando allí empezó a interesarse por la escritura, así que tras asistir a un curso de narrativa corta en la universidad de Columbia, empezó a tomárselo más en serio escribiendo algunos relatos cortos en revistas como Esquire o The New Yorker.
Tras empezar la Segunda Guerra Mundial decide alistarse como voluntario, participando activamente como soldado de infantería en el desembarco de Normandía. Durante su estancia en Europa continua desarrollando escritos, gran parte de ellos basados en los horrores de los que estaba siendo testigo.
A su vuelta del conflicto bélico, y tras contraer matrimonio con una médico francesa (de la que se terminaría divorciando), inició la escritura de su primer gran relato, “El guardián entre el centeno”. Fue publicado en 1951 e instantáneamente se convirtió en un éxito de crítica y especialmente entre la juventud de la época, hecho motivado en gran parte por ese retrato que hace de su protagonista, un adolescente rebelde e inadaptado pero de gran inteligencia analítica.
Es posible que este inesperado éxito fue lo que provocara en Salinger una fobia a todo lo que acarreaba la popularidad (declaró en su momento que "los sentimientos de anonimato y oscuridad de un escritor constituyen la segunda propiedad más valiosa que le es concedida"), por lo que tras fracasar su segundo matrimonio en 1967, se mudó a New Hampshire para apartarse total y radicalmente de cualquier tipo de exposición mediática, y seguir escribiendo relatos que en su mayor parte nunca publicaría. Allí falleció de muerte natural el 27 de enero de 2010.
Las inquietudes acerca de su persona jamás cesarían, y el icono en el que se terminó convirtiendo su novela traspasó los limites de la literatura moderna hasta llegar a ser una siniestra inspiración para personajes como el citado Mark David Chapman o John Hinckley Jr.
Fuente: Wikipedia.
Fuente: Wikipedia.